Mis visitas

viernes, 27 de noviembre de 2015

Adiós a un amigo muy querido.

Es con gran pena y pesar el que nos haya dejado, después de una dura enfermedad, Luis Figuerola-Ferretti Gil, amigo del alma  desde hace muchos, muchísimos años. Hoy el mundo del juguete pierde en España a uno de sus pioneros, e integrante del grupo de amigos, muy amigos, que formábamos el núcleo de aficionados al mundo del juguete antiguo en España y Urbi et Orbe, pues ya empezamos a pasearnos por esos mundos de Dios en busca de algún juguete que echarnos al coleto.
Tuvo la visión en los años sesenta de comenzar a buscar juguetes de lata, siendo su primer hallazgo paseando por el mercado de las Glorias en Barcelona, el coche de Rico S.A. amarillo y rojo que se ve en la parte inferior de la vitrina de la foto, que adquirió por la, como el decía, nada despreciable cantidad de 25 pesetas, y fue el comienzo de su colección, que ha continuado hasta el final.
Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Información, periodista, publicista de éxito, humorista radiofónico, y un largo etcétera dan idea de su ingenio creativo y su capacidad de trabajo, pues su observación de la realidad cotidiana, su finos olfato e ironía y, sobre todo, su perfecto conocimiento del lenguaje, hacían felices a quienes como yo he tenido el privilegio y el placer de muchos momentos compartidos, pues uno de los grandes placeres de la vida es escuchar a alguien que habla bien, lo que hoy , por las nuevas tecnologías, es un bien muy escaso. Oír a Luis era una maravilla.
Siempre me sorprendió de Luis su timidez, a pesar de sus trabajos a lo largo de su vida, siempre, o casi, cara al público, que yo creo era a causa de una visión de la vida no exenta de cierto escepticismo socarrón, que le llevaban a no temer esas actuaciones públicas haciendo sus reflexiones.
Estoy bastante cansado, a estas alturas de la vida, de que se vayan personas que no tenían que morirse nunca, aunque se que tiene que ser así, pero el vacío que deja Luis entre todos los que le queríamos y le añoramos es imposible de llenar.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Pelea de gallos de Paya Hermanos.

Con una clara influencia de la casa alemana Einfalt, este juguete de Paya es la segunda serie, de final de los años 30, con ruedas enteras, las mismas utilizadas en otros modelos. Pertenece a la colección de mi querido y madrileño amigo Lorenzo.
Comparándose con el modelo de Einfalt, se puede observar perfectamente como la litografía española imita el plumaje de una manera mas completa y colorista.
Pelea de gallos fabricada en Alemania por Einfalt.
Detalle del resorte, con el fleje que produce el movimiento.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Un vaquero de Ibi de Ps. de los años 20.

Hay dudas sobre el fabricante de este juguete, aunque la base hace pensar en Rico S.A., pero no hay ninguna duda que es de fabricación española y la iconografía con influencia
de las películas del cine mudo. El mecanismo manual hace que dispare y baje el cuerpo y el arma.
No falta detalle: canana terciada, pañuelo al cuello, sombrero, pantalón abierto en las botas, etc.. Todo ello en la misma linea estética de las películas de Tom Mix.

Detalle del mecanismo manual, con un fleje templado que imita el ruido del disparo al ser accionado. Este juguete pertenece a la colección de mi madrileño amigo Lorenzo, uno de los veteranos coleccionistas de la Villa y Corte.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Un muñeco saltador de Paya Hermanos S.A..

Excepcionalmente raro muñeco saltador de Paya Hermanos, al accionar el resorte da un salto hacia atrás y vuelve a la
posición inicial. No es sorprendente el que sea el único ejemplar conocido, pues de dar volteretas, debía quedar en mal uso.
Forma parte de la excepcional ( y desgraciadamente poco conocida) colección de juguetes del Museo del Traje en Madrid. 
Una de las hojas del catálogo de Paya hermanos del año 1924, donde se ve el muñeco saltador ref. 904.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Un almacén de juguetes.

Maravillosa vista de un almacén de juguetes de los años 30. Se distinguen perfectamente los camiones de Denia, con aletas
y otros elementos de lata. También se identifica perfectamente el coche de carreras de Rico S.A. que sujetan las operarias de la izquierda, y la mezcla de todo tipo de juguetes. Por esa mezcla se puede pensar que estaban preparando un reparto entre niños de clases desfavorecidas. Hoy es un almacén de ilusión para los coleccionistas.