Las similitudes con el juguete alemán son evidentes, el conductor es exactamente igual, las formas también, pero las ruedas del modelo español, la idea de cambiar la calandria en forma de herradura, la eliminación del tubo de escape, la simplificación de la litografía por una mas sencilla, y el color azul, típico de los coches de carreras franceses; todos esos cambios, consiguen un acabado que hacen del modelo español un juguete alegre y muy deseado, no solo por el mito que rodea a la casa Bugatti, si no también porque la comparación entre el modelo de inspiración alemán y el realizado por Paya no hace dudar a nadie a la hora de elegir entre los dos coches de juguete. |
No cabe la menor duda. El dinamismo y elegancia que proyecta Payá, atrae. Supongo que hay que tener en cuenta las fechas de producción, lo cual, quizá influyó a la hora de depurar las formas
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