El coche azul conserva en sus base la etiqueta de la juguetería bilbaina donde se vendió, al nada despreciable precio de 90 pesetas, que en los años 50 no era ninguna fruslería. Quien esto escribe tuvo el privilegio y mayor placer de entrar en el almacén de esta casa vizcaína, Casa Lasheras, Victor 2, en pleno barrio antiguo de Bilbao, en los años 80, y rebuscar por las estanterías, con una maravillosa cosecha de juguetes de lata y muñecas de porcelana. Todavía guardo el olor de los juguetes nuevos en sus cajas al levantar las tapas, ese olor que los que vivimos esos excitantes momentos tenemos grabado en el alma. Y no puedo recordarlo sin sentir cierta melancolía, en nuestro mundo actual de globalización e internet. |
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